Jethro Tull 1979

Traducciones de Lirics Progresivas

Jethro Tull - StormwatchJETHRO TULL - VIGILANTE DE TORMENTAS (1979)
 
Ian Anderson - Flauta, guitarra acústica, saxofones, voces
Barriemore Barlow - Percusión
Martin Barre - Guitarra eléctrica y española
John Evan - Piano, órgano, sintetizadores, piano acordión
Jeffrey Hammond - Bajo
 
Traducciones
 
Notas
 
Lista de Temas:
Petróleo del Mar del Norte
Orión
Hogar
Años Oscuros
Escarcela Caliente (instrumental)
Algo Está Avanzando
Viejos Fantasmas
Dun Ringill
Buque Fantasma
Elegía (instrumental)
 
   Traducido por:   Javier de Juan Hernández
 
Arriba   Petróleo del Mar del Norte

Negro y viscoso
obligado para curar el triste letargo.
Caramelo de petróleo para la energía.
Los pagos que llevarían a una situación delicada
necesitan un pequeño indulto.
Oh, por favor créanme, queremos estar
en el Petróleo del Mar del Norte.

La fortuna recién descubierta
está arrinconada en el anaquel del ayer.
La inflación cual globo aerostático,
te pasará pronto factura.
Los perforadores perforan y los cavadores cavan
su tumba poco profunda.
Pero seremos salvados y lo que reclamamos
es el Petróleo del Mar del Norte.

Los precios se disparan en Aberdeen
y en la ciudad de Londres.
Diez años más para dejar los temores,
borrar el ceño.
Antes de que todos seamos nucleares,
¡el mejor camino!
Oh, recemos: queremos permanecer
en el Petróleo del Mar del Norte.

Arriba   Orión
 
Orión, ¿no quieres revelarme tu signo zodiacal?
Orión, asciende sobre el horizonte.
Estoy feliz en mi colina y me siento bien.
Orión, saboreemos el embriagador que vino del cielo.

Orión, enciende tus luces:
ven a proteger el firmamento
desde el negro horizonte
hasta la almohada donde estoy recostado.
Tu fiel perro brilla más que su señor y amo.
Tu espada enjoyada centellea mientras el mundo gira.

Así que sal a cantar por encima de las nubes,
mira atentamente a los que
se revuelven inquietos en su sueño.
Se que vigilas como el viejo caballero de la estación
arrastra las punteras de sus zapatos sobre
viejas cajetillas tiradas por el suelo.

Orión, ¿no quieres revelarme tu signo zodiacal?
Orión, asciende sobre el horizonte.
Estoy feliz en mi colina y me siento bien.
Orión, saboreemos el embriagador que vino del cielo.

Y sombras plateadas parpadean a través del bar cerrado.
Camareras encantadoras se toman del brazo
y caminan de prisa por la calle,
sus palabras se pierden arrastradas por
los fríos vientos en lo más recóndito de Chelsea.
Los mejores años pasan volando
con cada latido de la juventud.
 
Orión, ¿no quieres revelarme tu signo zodiacal?
Orión, asciende sobre el horizonte.
Estoy feliz en mi colina y me siento bien.
Orión, saboreemos el embriagador que vino del cielo.
 
Y las jovencitas tiritan mientras
esperan en solitarias paradas de autobús,
después de tristes fiestas: sin nadie que las lleve a casa.
A sucias habitaciones para el último juego de la noche
para perder la virginidad a mil millas de aquí.

Orión, ¿no quieres revelarme tu signo zodiacal?
Orión, asciende sobre el horizonte.
Estoy feliz en mi colina y me siento bien.
Orión, saboreemos el embriagador que vino del cielo.
 
Arriba   Hogar

Cuando el sol despunte sobre los jardines tranquilos
estaré aquí para hacer todo para consolarte.
Y aunque he estado fuera, te dejé sola de esta manera
¿porque no despiertas
y dejas que tu primera sonrisa me guíe a casa?

Las sombras del parque eran más largas ayer
y la Señora Fortuna permanecía de pie,
esperando la muerte.
Y en un viaje en avión
sobre mares grises, anchos y profundos
volé por los cielos
y dejé que los ángeles me llevaran a casa.

Por rutas angostas y escarpadas
veo las chimeneas humeando
sobre los campos dorados...
se lo que siente el petirrojo
en su juerga veraniega.
Los elementos acuerdan
con una mezcla de ternura y tormento
que la comadrona de los vientos me envíe a casa.
 
Arriba   Años Oscuros

Queridos ¿están listos
para la llegada del largo invierno?
dijo la dama en su salón,
dijo el mayordomo en el vestíbulo.

¿Hay tiempo para otro?
gritó el borracho en su sueño.
¡Ni hablar! dice el chiquillo.
Que Dios nos guarde.
Y el cura empieza a rezar
y la televisión deja de funcionar
mientras el punto blanco parpadea y desaparece
y nadie se detiene a llorar.

Años Oscuros hacen temblar a los muertos
Páginas cerradas que es mejor no leer
Frías cóleras arden en tu cabeza.

El gran avión retumba sobre la pista de aterrizaje
que deja marcas sobre el mosaico de verdes campos
donde hábiles magnates y bufones ricos
han abierto el filón
de noches de oro y vuelos de champaña,
el anunciante se propasa y en la confusión
del consumidor enloquecido
nos tragamos la píldora azucarada.

Años Oscuros hacen temblar a los muertos
Páginas cerradas que es mejor no leer
Frías cóleras arden en tu cabeza.

Las lenguas de fuego marcan los límites,
los políticos se lamentan
y disimulados gracias al poder, escapan
deslizándose de puntillas a través de pasillos del poder.
Ven a ver la burocracia
hacer su ultimo esfuerzo
y permitir el nuevo desorden
mientras la cordura los abandona.

Años Oscuros hacen temblar a los muertos
Páginas cerradas que es mejor no leer
Frías cóleras arden en tu cabeza.

Familias que gritan ocupan las aceras
y rompen los escaparates de las pequeñas tiendas
donde los guardianes cuidan
la sangre azul del país.
Toman lo que quieren y participan en el juego
compartiendo peces y pan
y el cura vocifera
mientras las luces se apagan,
y a nadie le importa en realidad.

Años Oscuros hacen temblar a los muertos
Páginas cerradas que es mejor no leer
Frías cóleras arden en tu cabeza.

Queridos ¿están listos
para la llegada del largo invierno?
dijo la dama en su salón,
dijo el mayordomo en el vestíbulo.
  
Arriba   Algo está Avanzando

Ella portaba una diadema negra,
extrañas joyas en sus dedos
y ella venía de aguas remotas
donde estallan las luces del norte
para celebrar el amanecer
de los nuevos desechos del invierno,
momento de la reunión real en el camino helado.
Con la fría neblina arremolinándose
como enaguas en movimiento
divisada en horizontes
durante diez mil años
la dama del hielo hace sonar
un lejano estruendo mortal
para los hijos perdidos del partido Titanic
en lágrimas de cristal derretidas.

Oh, luz del sol, llévame ahora lejos de aquí
Soy una aguja girando sobre el surco.
Y el plato gira mientras comienza el último vals
Y el hombre del tiempo dice
que algo está avanzando.

Capturando piezas negras
en un museo con fachada de cristal
la reina blanca rueda
sobre el tablero de ajedrez del amanecer
pasando a través de valles
haciendo breves pausas en los circos de las montañas
la Madre del Hielo da un jaque mate y nace una nueva era.

Oh, luz del sol, llévame ahora lejos de aquí
Soy una aguja girando sobre el surco.
Y el plato gira mientras comienza el último vals
Y el hombre del tiempo dice
que algo está avanzando.

Arrasando todo delante de ella
imparable, incansable
su fría masa crujiente
persigue al reno.
Delgados dedos extendidos buscan
aferrarse a los cuerpos calientes
que se acurrucan en los umbrales
de la blanca ciudad londinense.

Oh, luz del sol, llévame ahora lejos de aquí
Soy una aguja girando sobre el surco.
Y el plato gira mientras comienza el último vals
Y el hombre del tiempo dice
que algo está avanzando.

Arriba   Viejos Fantasmas
 
Pelos de punta sobre el lomo del gato como
una cordillera de cumbres amenazantes.
Los perros pastores aúllan, siguen el rastro y gruñen,
sus colas gachas.
Y los niños titubean en sus juegos
en el altar del escondite de la vida
entre altas columnas, donde asesinos con impermeables
grises acechan la madrugada de los domingos.

Volveré otra vez como un viejo perro dolido
Llevado a través del ojo del huracán,
Hasta las piedras donde los viejos espíritus juegan.

Colores difusos extienden un frió telón de fondo
fino tapiz de seda
Me extiendo alrededor como una capa
y sin ruido me deslizo a la deriva
en remolinos que giran entre hojas de haya enroscadas
que marrones y doradas vuelan
en la cálida malla de la luz del sol
que se cierne ya desde un cielo sin nubes.

Volveré otra vez como un viejo perro dolido
Llevado a través del ojo del huracán,
Hasta las piedras donde los viejos espíritus juegan.

Arriba   Dun Ringil

Los versos se unen con vaga disonancia
y el vigilante de la tormenta prepara
un concierto de reyes mientras el mar blanco intenta morder
los talones de una dulce plegaria murmurada.

Mientras la claridad se proyecta sobre una lisa palmera,
yo me distribuyo mal el día.
Cae la noche con una baraja cortada
hagamos un juego de cartas marcadas.
Llama a las horas del crepúsculo
desde su morada en el cielo
arriba en lo alto el mejor postor
para el trono del buen Señor.
De madrugada me reuniré contigo,
abajo, en Dun Ringill
oh, y observaremos jugar a los dioses antiguos en Dun Ringill.
Aguardaremos en los círculos de piedra
hasta que nos llegue la fuerza ---
Los versos se unen con vaga disonancia
y el vigilante de la tormenta prepara
un concierto de reyes mientras el mar blanco intenta morder
los talones de una dulce plegaria murmurada.
De madrugada me reuniré contigo
Abajo, en Dun Ringill ---
oh, y te llevare deprisa a Dun Ringill.
 
Arriba   Buque Fantasma

Una vieja dama con una carretilla;
la vida llegando a su fin.
De pie junto al muro del puerto;
enviando afectuosos deseos
niños sobre el frío oleaje
sin pescadores
se fueron a ahuyentar el último arenque:
regresan de vacío a casa una vez más.

Así pues vengan todos los amantes de la buena vida
en su frenesí de supermercado
Salgan al mar como lo habían concebido
y estén aquí cuando llegue el Errante,
y estén aquí cuando llegue el Errante.

Chica menuda con sombrero de paja:
de un extremo oriente en guerra
Triste cargamento de barco antiguo:
jóvenes cuerpos prostituyéndose
Lento vagabundo de océano
puertos cerrados a su tripulación
Sin esperanza de inmigración
continúan estando de paso.

Así pues vengan todos los amantes de la buena vida
con sus hijos jugando al sol
icen una bandera solidaria
y estén aquí cuando llegue el Errante
y estén aquí cuando llegue el Errante.

La muerte sonríe como un espantapájaros
Buque Fantasma
Las gaviotas volaban desde ningún lugar
intenta tocar una
mientras entra con fuerza en la marea gruesa
y el capitán del puerto chilla
Todas las manos desaparecieron con el capitán
nadie quedó, para contar la historia.

Así pues vengan todos los amantes de la buena vida
Miren a vuestro alrededor, ¿lo ven?
Con la mirada fija espectral desde el espejo,
es el Errante en el que te convertirás
...flotando lentamente mar adentro
en una triste pena.
  

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